Durante los últimos años los cambios en la tecnología han sido radicales, si nos remontamos 20 años atrás recién se estaban popularizando las computadoras en el hogar, hace 10 años internet era algo totalmente novedoso que recién estaba desembarcando y durante los últimos 5 años hemos visto transformaciones impresionantes en el uso de estas herramientas.
Hoy en día la tecnología manda en muchas industrias, ya que es gracias a ella que se pueden sacar ventajas competitivas importantes, pero, lamentablemente, estas ventajas competitivas se copian fácilmente, lo que obliga a las empresas a estar constantemente buscando las últimas tendencias para estar a la vanguardia de la tecnología.
Esta enfermedad en la que se cae genera una adicción a la tecnología de punta y a los nuevos modelos de negocios. Cuando surgió internet, todas las empresas querían tener su página, luego con el auge de CRM todas querían gestionar su contacto con el cliente por medio de esta herramienta y así sucesivamente.
El problema aquí es que muchas veces la última moda no es lo más apropiado para la empresa, pero a pesar de eso los directivos se inclinan a desarrollar proyectos extremadamente costosos y cuya implementación requiere grandes esfuerzos sin muchas veces ponerse a pensar en cuáles son los beneficios reales que traerán. Es como si el precio de equivocarse de tecnología fuera más bajo que el precio de llegar tarde.
Si bien esto último no es tan errado, tampoco implica que todas las empresas tengan que salir corriendo a aplicar cada nueva tecnología que se lanza al mercado simplemente porque sus competidores lo están haciendo. Es importante antes que nada tener en claro que beneficios se buscan con esta herramienta.
La tecnología es una herramienta, nada más y nada menos que eso. De la misma forma en que uno no utiliza un martillo para solucionar todos los problemas de su casa, tampoco puede aplicar la misma herramienta para solucionar todos los problemas de una empresa. Si bien la tendencia puede ser la utilización de una herramienta específica, quienes crean esa tendencia pueden tener problemas distintos a los que tiene su empresa y terminaría uno tratando de cortar una madera con un martillo en lugar de utilizar una sierra.
Es por esto que recomiendo siempre tener definido el objetivo que se busca antes de definir que tecnología se va a utilizar.
La última tecnología puede no ser lo más apropiado para ayudarlo.
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